Muchos de los Colombianos hijos de las viejas familias dedicadas a la arriería o a muchas artes agrícolas, hemos sido criados a punta de refranes populares para entender las cosas de una manera mas fácil, entiéndase por refranes populares, una especie de parábola de Jesús pero criolla, referente a la vivencia diaria y que no da lugar a las especulaciones, refranes como: más vale pájaro en mano, mas perdido que ..., el que a buen árbol se arrima y uno de mis preferidos: "Virgen del agarradero agárrame a mi primero"
Estoy casi seguro que usted nunca se ha detenido a analizar todos los entramados que tiene éste refrán, razón por la cual quiero compartir con ustedes mi reflexión católico-social que se desprende de esta frase.
Al utilizar una simbología femenina puede ser considerado "Machista", más aún, por utilizar no solo un ícono de la religión católica sino un término que se refiere a la sexualidad femenina, lo que al menos le asegura un Alto factor de recordación.
El análisis socio comportamental del refrán concluye que fomenta la "solidaridad" entre hermanos, pensando que la mujer, que no ha iniciado su sexualidad, decida escogerme primero no por mis dotes masculinos sino por mi cobarde llamada de auxilio.
Finalmente y tras un intento por hacer un estado del arte sobre dónde queda el "agarradero" o cuál es el milagro de la mencionada virgen, para que sea tan invocada en Colombia, descubrí que el agarradero queda en lo más profundo de cada uno de nosotros los Colombianos, en donde de manera egoísta suplicamos siempre ser los primeros en todo.
Sugiero pues seguir invocando a tan aclamada figura no pidiendo el bien personal sino el bien nacional y empezar a decir "virgen del agarradero que la paz en la habana sea ligero"
Daniel Pedraza Isaza
Paquepaz@gmail.com
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